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Confesión para mi ilusión, confesión para mi emoción

Sumisita,

Pasan las semanas y los meses, y el sentirte cerca de mi sigue siendo mi ilusión y mi emoción. Me hace sonreir cuando me suena el telefono y se que eres tu, me llena de ilusión sentir que compartes tus sentimientos y tu vida conmigo, me llena de emoción saber que cuando algo te afecta acudes a mi y depositas toda tu confianza en mi, dejandote caer en mis manos sabiendo que en ellas encuentras tranquilidad.

Me duele cuando tu dolor se transforma en lagrimas, pero me emociona que esas lagrimas las dejes caer sobre las palmas de mis manos, porque esas lagrimas que caen sobre mis manos se transforman en las palabras más bonitas que puedo oir. Palabras que me hablan de tus sentimientos y de tus emociones, palabras que me desnudan tu fragilidad y tu sensibilidad, palabras que me dicen tanto de ti, que me hacen quererte mas y mas.

Tus lagrimas son expresivas, como lo eres toda tu, tus lagrimas son palabras que me dicen todo lo bonito que hay en tu interior, tus lagrimas para mi son un manantial de confianza hacia mi, tus lagrimas son tus sentimientos que dejas caer en mis manos y se convierten en mi mayor tesoro.

Todo lo que me das es una emocion que no se como definirla, porque por muchos adjetivos que pueda utilizar no son suficientes, mo imaginas lo mucho que me haces sentir, lo mucho que me haces quererte, lo mucho que estoy de ti, lo mucho que significas para mi, se que te he dicho un millon de veces que eres mi ilusión y no me cansare de repetirtelo otro millon de veces, eres mi mundo, y en ti encuentro mi tranquilidad.

Cuando estoy preocupado o triste, se que te tengo cerca de mi, que puedo compartir contigo mis tristezas y mis ilusiones, y que puedo tambien poner mis lagrimas en las palmas de tus manos, que se que las protegeras y cuidaras de ellas, que cuidaras de mi,  en tus manos tambien tienes todo mi cariño y sentimiento por ti.

No quiero imaginar un futuro sin ti, imaginar un futuro en que tu no estas, para mi simplemente seria ver oscuridad. Uno de mis mayores deseos es que sepas la luz que me das, como iluminas por tu forma de ser toda mi vida , mis ilusiones y mis sueños. Mis sueños simplemente son pasar una vida a tu lado y verte cada día al despertar.

T’estimo sumisita

La princesita, el dragón y el caballero enamorado

La princesita, el dragón y el caballero enamorado

Había una vez en un reino muy lejano una princesita muy bonita, con una sonrisa preciosa que a todos los caballeros del reino enamoraba. Era una princesita alegre, divertida, cariñosa, inteligente, pero a veces también algo bicho y traviesa.

A la princesita le gustaba mucho cuidar de sus flores, y cuidar en especial de una perrita llamada Lady Sara, a las dos les encantaba jugar y salir a pasear. Pero algo hay que decir de Lady Sara, era algo perezosa, y cuando veía pasar a un caballero con su caballo, se le ponía en medio del camino, para que la subiera con él y así no tener que andar de camino al castillo.

La princesita vivía en un enorme castillo ella sola, todo y que muy cerca de ella había otros castillos habitados por caballeros y reinas. La princesita le hacía gracia encontrarse al caballero del castillo más cercano al suyo, y le hacía gracia porque este caballero era un poco loco, siempre andaba diciendo tonterías que la hacían reír y a más siempre iba con reinas procedentes de reinos muy alejados, y por las noches hacían tales fiestas que la princesita desde su castillo las podía oír de ruidosas que eran.

A la princesita, también le hacía feliz encontrarse cada día con un caballero llamado Lancerot, el cual siempre perseguía a todas las princesitas de todos los reinos, fueran reinos cercanos o lejanos, era un caballero algo golfillo y a toda princesita que veía quería enamorar.

La princesita, le divertía como el caballero Lancerot le contaba sus gestas y sus batallas, y como más de una vez este había tenido que salir galopando en su caballo muy apresuradamente de algún reino, porque había intentando seducir a alguna princesa ya con príncipe.

Otras amistades tenia la princesita, entre ellas le tenía especial cariño a Lady Miriam, la cual era una rubia hermosa también muy cariñosa, y con la que salía a menudo a pasear.

La princesita era feliz y estaba muy bien en su castillo, y más cuando cada tarde un caballero para ella muy especial, le enviaba mensajes a través de una paloma mensajera o a través de una bola mágica, le hablaba. Era un caballero este muy lejano, el cual muy enamorado estaba de la princesita.

La quería con locura el caballero a la princesita, veía en ella solo hermosura, veía que esta tenía muy buenos sentimientos, que era buena, honesta, cariñosa, agradable, dulce, amable, traviesa pero también veía que la princesita tenía muchos miedos invisibles a las demás personas.

 

Cada noche el caballero y la princesita hablaban y hablaban, horas y horas. La princesita y el caballero cada noche eran felices hablando o enviándose a través de palomas mensajeras pequeños escritos atados  en una de las piernas de estas. El era muy feliz y ella también.

El caballero siempre pensaba que nunca había conocido a alguien que le hiciera sentir tan bien, que le hiciera sentir en un cuento de hadas, simplemente al hablar con ella sentía magia, mucha magia.

Pero el caballero de las Tierras del Norte, así era conocido entre los allegados a la princesita, desde hacía mucho tiempo, prácticamente meses después de conocer a la princesita, se dio cuenta que a esta  cada noche una pesadilla le asustaba de tal forma que a sus sueños hermosos renunciaba.

El caballero de las Tierras del Norte, no sabía inicialmente que pesadilla asustaba a la princesita, de tal forma  que esta renunciara a sus sueños y a sus ilusiones. Pero poco a poco el caballero fue sabiendo de esas pesadillas, y una cosa tenía muy clara el caballero, que sentía tanto amor por la princesita, que no pararía hasta derrotar a esa pesadilla en forma de dragón.

Decían del caballero de las Tierras del Norte, que era muy obstinado en sus propósitos, y que nunca absolutamente nunca renunciaba a las personas que quería y menos aun renunciaría a la persona que amaba.

Era tal el amor que sentía el caballero de las Tierras del Norte por la princesita, que por ella se dejaría morir, sentía muchísima locura por ella, no solo era la persona que amaba sino que era su mejor amiga, y es por ello que nunca la dejaría a merced de ningún dragón por muy difícil que fuera este de vencer.

El caballero sabia que vencer a ese dragón seria una gesta muy difícil, pero también sabía que ese dragón todo y no tener forma, todo y ser invisible podía ser vencido y seria vencido.

A veces el caballero en esa batalla con el dragón invisible, como no podía verlo daba palos de ciego, equivocándose y quizá sin querer dañando a su princesita, pero el caballero sabía que su amor era tal, que quería derrotar a ese dragón, y lo quería derrotar porque su princesita era su todo, era su ilusión, era su vida.

El caballero quería derrotar al dragón, como quería el perdón de su princesita si es que sin querer le hacía daño, pero el solo pretendía luchar por su amor y para que su princesita dejara de soñar con el dragón y solo soñara con la ilusión del amor que les unía.

Muchas veces el caballero creyó haber sido derrotado por el dragón, pero sacaba fuerzas de donde no las había, porque de algo estaba seguro, que su princesita era tan especial y valía tanto la pena que por ella moriría, y que por ella daría su último aliento, el caballero ante todo aunque el muriera quería que el dragón también muriese para siempre y su princesita fuera feliz.

El caballero de las Tierras del Norte sentía tanto por la princesita, que muchas veces pensaba que no iba a desistir en su lucha aunque esta tuviera que perdurar años y años, y pensaba así porque de algo estaba convencido, que la princesita lo valía todo y más.

El caballero muchas veces pensaba que si se dejaba derrotar por el dragón ya nada tendría sentido, porque estaba seguro que no volvería a tener ilusiones, si su princesita dejaba de estar a su lado, el solo podría sentir amargura.

Muchas noches el caballero después de hablar y hablar con la princesita a través de la bola mágica, se quedaba horas pensando en ella, en lo muy bien que lo había hecho sentir, en lo mucho que la quería, y en esas horas de pensamiento, tenía un sueño para el hermoso, poder ver a la princesita dormida con una sonrisa y el estar a su lado para ahuyentar cualquier mal sueño que esta pudiera tener.

El caballero no pretendía proteger a la princesita, solo pretendía verla feliz, ver la con una sonrisa, porque para el caballero ver esa sonrisa seria encontrar su propia felicidad.

El caballero sabia que a veces la princesita, desearía rendirse al dragón y que quería rendirse porque así pensaba que protegería al caballero del dragón, pensaba que así el caballero de las Tierras del Norte no saldría lastimado. Pero se equivocaba la princesita, la única cosa que podría lastimar al caballero seria el sentirse alejado de ella, sentir que el dragón conseguía arrebatar los sueños a la princesita, eso sí que lastimaría al caballero, pensar que el dragón arrebataba los sueños de ambos.

El caballero de las Tierras del Norte, no iba a renunciar, nunca lo haría, su amor era demasiado grande, le importaba demasiado la princesita, y si tenía que seguir luchando contra ese dragón en la soledad lo seguiría haciendo, pero nunca dejaría a su princesita y cada mañana como cada noche el caballero seguiría enviando a la paloma mensajera con un mensaje expresando sus sentimientos.

Muchas veces los ojos del caballero se llenaban de emoción, al pensar en lo mucho que quería a su princesita, se llenaban de emoción sus ojos al recordar todo el cariño que le hacía sentir la princesita, se llenaban de emoción al recordar toda la felicidad que le hacía sentir la princesita.

Es curioso que el caballero de las Tierras del Norte, pocas veces a pesar de las muchas batallas que había participado, había sentido lagrimas en sus ojos, pero si que las sentía al recordar todo los sentimientos que le despertaba su princesita, al recordar toda la felicidad que esta le daba.

No quería el caballero que la princesita renunciara a sus sueños, no quería el caballero que la princesita renunciara a sus sentimientos, no quería que la princesita creyera que la lucha contra el dragón estaba perdida, el caballero quería que la princesita se mirase a si misma y que viera todo lo bonito que había en ella, el caballero estaba convencido que si princesita se miraba así misma vería toda la su propia hermosura, vería la mucha magia que desprende y esa magia seria la que derrotaría al dragón.

Cada noche la princesita al soñar con el dragón hacia que por la mañana dejara de ver todo lo maravilloso que había en ella y el caballero solo pretendía que ella volviera a ver toda esa magia interior que tenia, porque era infinita y si ella veía toda esa magia el dragón sabría que había sido derrotado.

El caballero de las Tierras del Norte, se prometió así mismo una cosa, que seguiría y seguiría luchando contra el dragón y que cada mañana y cada noche, un mensajito enviaría a la princesita a través de las palomas mensajeras.

Las ilusiones del caballero de las Tierras del Norte, no serian derrotadas por ningún dragón y seguiría soñando en que cogía a la princesita de sus manos y paseaban por la playa acompañados de la perezosa Lady Sara.

Pero este cuento al leerlo se tiene que convertir en mágico, tiene que tener magia este cuento y con el lograr una cosa sencilla como hermosa, que esta noche si el cuento es leído, despierte la magia de la princesita, y que esta sin dudarlo coja a una paloma mensajera y que envié un mensajito al caballero diciéndole “te quiero”.

Y posiblemente que la princesita desde su castillo, si sabe de este cuento, pensara que simplemente que solo es cuento y que estos no existen, pero se equivoca porque detrás de este cuento hay muchos sentimientos, mucho amor y eso lo convierte en mágico, porque los sentimientos como el amor son verdaderos, son tan verdaderos como de llenar de emoción los ojos de la princesita como del caballero.

Princesita, si en este momento en tus ojos hay emoción significa que los sentimientos existen, que la magia existe y que no hay que renunciar a los sueños, si hay emoción en tus ojos envía un mensajito a tu caballero y este será feliz.

Princesita, el caballero de las Tierras del Norte nunca se irá como nunca desistirá de luchar y vencer al dragón por muy difícil que resulte, que te quiere tanto que por ti se dejaría morir, eres su sueño, su ilusión y su felicidad.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Cuento para mi sumisita

Cuento para mi sumisita

Esta historia que contare, es la unión de muchas azares de la vida, y de cosas que causaron mucho dolor a una persona y que al mismo tiempo sin ser participe en los hechos hizo que un señor policía cambiara su forma de pensar y de ver a las personas, entendió que detrás de cada persona siempre puede haber un dolor difícil de entender y que a las personas había que valorarlas siempre como a tales, y no solo por sus actos por incomprensibles que pudieran parecer. 

Parte primera

Hace muchos años, había un joven médico, un cirujano de éxito contrastado como ambicioso. Esta medico un buen día conoció a una joven heredera de una considerable fortuna, una joven que podía hacerle situar en una elite más ambiciosa y en un estatus muy superior, a través de ella podía conocer a grandes familias de renombre y colearse entre la clase política de más rango.

El joven cirujano, a la joven heredera conquisto y con ella se caso. Pero no se caso por amor, sino por ambición que se convertiría en trágica y llena de dolor.

Del matrimonio entre la joven cirujano y la joven heredera, nació al poco tiempo una hija, y para el resto de mortales veían este matrimonio como el matrimonio perfecto, jóvenes ricos y triunfadores, los cuales tuvieran pronto a una pequeña hija.  

Pero no más lejos de la realidad, en realidad era un matrimonio de engaño, en que la joven heredera estaba totalmente enamorada pero en el joven cirujano no era el caso. Este disfrutaba al margen de su matrimonio de vicios inconfesables como de numerosos amantes.

Un día ya pasados unos diez años de matrimonio, la joven heredera se considera muy infeliz, sabía que su marido no la quería, que la detestaba y cayó en un pozo que no tenia fondo, hasta que finalmente un día sobre su cama se corto sus venas, desangrándose hasta finalmente morir.

 

Parte segunda

 

Muchos años después de este hecho, prácticamente unos doce años después había un señor policía en un pueblo de montaña, que un día por su trabajo conoció a una chica de unos 23 años la cual tenía un novio metido en el mundo de la droga y de la delincuencia.

Este joven novio, siempre andaba metido en drogas como en pequeños robos, y a criterio del señor policía este era una mala persona, tanto por lo que hacía por cómo veía que trataba a su novia.

Este joven novio trataba a su novia con desprecio, con gritos e insultos, pero sin lógica para la gente que lo veía, esta joven estaba enamorada, muy enamorada de su novio.

Se la veía una chica de mirada triste, pero a pesar de eso se la notaba muy enamorada del joven delincuente.

La primera vez que el señor policía hablo con la joven enamorada, sencillamente este trato con indiferencia a la joven, en cierta forma la juzgo también como una delincuente, porque pensó que si tenía a ese novio no podía ser muy diferente a él.

El señor policía sabia que esa joven por oídas que procedía de una buena familia, cosa que dudaba porque en ella solo veía a una chica que hacia cualquier cosa por su novio, veía que le conseguía dinero para el de la forma que fuese, dándole cobertura en sus ilícitos o ella incluso de maneras que mejor no mencionar.

Pero un día el señor policía, coincidió con la joven novia y empezaron a hablar, de cosas intranscendentes, cosas sin la más menor importancia y ese hecho hizo que el señor policía durante un espacio muy corto de tiempo hablara ocasionalmente con la joven novia en varias ocasiones.

 

Parte tercera.

En varias ocasiones se encontraron casualmente el señor policía y la joven novia por el pequeño pueblo de montaña, y haciendo que hablaran en esas pocas ocasiones de forma muy larga.

El señor policía en alguna de esas ocasiones, recomendó a la joven novia que dejara a su novio por ser este una mala influencia y que a ningún sitio bueno la podría llevar.

Un día el señor policía aprecio unos cortes recientes en el brazo de la joven novia, y de dio por hecho que estos no habían sido accidentales sino causados por el joven delincuente a su novia, dio por hecho que podían deberse a unos malos tratos.

El señor policía se enojo con la joven, recriminándole por ser tan tonta por dejarse mal tratar, y de llevar la vida que llevaba por culpa de su novio, advirtiéndole que el novio solo le traería problemas y dolor y que mejor que lo dejara.

A lo cual a las palabras del señor policía la chica estallo con enfado y le recrimino que acusara a alguien sin saber de que lo que estaba hablando. Le dijo que no se podía juzgar a las personas por lo que parecía evidente, ya que eso era totalmente injusto.

A lo cual el señor policía le contesto, que no le contara historias, que tonto no era, y empezando una pequeña discusión.

Al final la joven novia, empezó a llorar y el señor policía intento consolarla, hablándole con afecto. Y la chica en ese momento empezó a contar una historia que cambiaria  profundamente al señor policia.

Parte cuarta

La chica le conto a que se debían los cortes y esos cortes no eran tan recientes como parecían sino que habían empezado a producirse casi una década antes.        

Cuando tenía unos diez años, la joven novia y aun cuando vivía con sus padres, entro  en la habitación de su madre para jugar con ella, encontrándose a su madre  tendida sobre la cama casi inconsciente y con un charco de sangre a su alrededor, una sangre que brotaba de una de sus muñecas.

La joven novia por su edad y por el terror y miedo de ese momento se quedo bloqueada, simplemente paralizada por el terror, hasta que finalmente alguien unos largos minutos después también entro en la habitación, sacando a la niña del sitio y llamando a emergencias.

Pero no se pudo hacer nada, la madre de la joven novia murió minutos después, creando en la joven chica un sentimiento de culpabilidad y un trastorno que nunca supero.

El joven cirujano pronto rehízo su vida encontrando a otra persona, pero la pequeña niña cayó en una dinámica destructiva, culpándose de lo ocurrido, teniendo que ser tratada por múltiples psicólogos y psiquiatras.

Todos esos problemas derivaron en una esquizofrenia y en múltiples ingresos de largas temporadas. Era un alternar de hospitales, por la esquizofrenia y por diversos intentos de suicidio, pero en esa época y en esos años de infancia y adolescencia quien la arropo mas, fue un pequeño delincuente que había conocido en el colegio.

Un delincuente que a pesar de sus defectos, siempre la había ido a visitar y siempre se había interesado por como estaba, un pequeño delincuente que sin modales que se coloba en casa de su pequeña amiga o en el hospital para saber de ella y atenderla.

Un joven delincuente lleno de defectos, de maldades y de cosas reprochables pero con un rincón quizá de tremenda bondad y con muchos detalles hacia la joven novia.

Los cortes que la joven novia tenía en el brazo, no los había causado su joven novio delincuente, los había causado simplemente su propio dolor, los médicos psiquiatras ni psicólogos la habían podido evitar durante esos años de tratamientos paliar su dolor y la única forma que lograba ella paliar ese dolor, aunque para muchos sea incomprensible, era ella mismo casi a diario producirse pequeño cortes por todo su cuerpo, preferentemente sitios escondidos.

Ante esta historia el señor policía se quedo perplejo y entendió muchas cosas que nunca hubiera pensado poder entender ni tan siquiera poder planteárselas.

Es muy difícil explicar lo que sintió el señor policía, múltiples sensaciones que le hicieron ver que las cosas a veces no son tan simples, que los problemas no son tan fáciles de solucionar, y que cada persona se protege de su dolor de formas quizá a los ojos de los demás irracionales, pero totalmente legitimas.

El señor policía todo y no compartir el porqué la joven novia protegía de esa manera a su novio,  entendió un poco más los motivos, como entendió que la vida nunca es fácil y que cada cual se protege de su dolor a su manera, aunque esta resulte incomprensible a los ojos del resto de mortales.

El señor policía todo y no disculpar la actitud de falta de respeto en que trataba el joven delincuente a su novia dado que por mucho que la hubiera cuidado en un pasado, no le daba derecho a mal tratarla en un presente, entendió que quizá dentro de cada persona siempre hay hechos malos como de buenos. Y ese joven delincuente un día tuvo quizá actos muy nobles hacia otra persona, todo y que en la actualidad hubieran cambiado.

Parte quinta

Después de aquel día el señor policía y la joven novia, solo volvieron hablar en un par de ocasiones. En una de estas conversaciones la joven novia  en que el señor policía le dijo que respetaba lo que había hecho en el pasado el joven delincuente por ella, pero que no justificaba su actitud actual, esta le pregunto en broma, ¿tu crees que alguien más estaría con una chica esquizofrénica y con mis problemas?, a lo cual el señor policía respondió con toda la sinceridad del mundo:

.- El resto del mundo no se qué haría, pero yo si me enamorase de ti o de alguien con problemas parecidos, no tendría problema alguno, en seguir enamorado.

Poco mas supo el señor policía de la joven enamorada y del joven delincuente, dejo de encontrárselos por ese pueblo de montaña, un buen día desaparecieron y cuando el señor policía alguna vez se acuerda de ellos, siempre piensa que esa joven tenía muchas cualidades de las que uno enamorarse, a pesar de sus formas de escapar de su dolor, del odio que tenia a muerte a su padre, a pesar del dolor físico que ella misma se producía para castigarse por algo de lo que no era culpable, a pesar de todo, esa joven tenía muchas cualidades que cualquier persona que la hubiera conocido podría enamorarse.  Simplemente era una buena persona, una persona llena de sentimientos y con el deseo de estar con la persona que se quería y que algún día a pesar de sus problemas todo le fuera a mejor, encontrar la paz y vivir dejando el pasado atrás o como mínimo sabiendo convivir con él.

Parte sexta

El señor policía, hoy en día tiene algo muy claro, no hay que juzgar a las personas por hechos puntuales o por como haya sido su vida, solo hay que ver las personas por lo que son en un presente. 

Y  te aseguro sumisita mía, que eres mi presente, y que me da igual completamente igual lo que hayas hecho en un presente o pasado para salir de tu dolor. Te quiero por lo que eres, y si hay cosas que aun en un presente necesitas hacer para salir de tu dolor, claro que las entenderé y aceptare, y si puedo te ayudare en ellas, siempre estaré a tu lado y dispuesto a escucharte.

Solo quiero pedirte que no caigas en el mismo error que ese señor policía, que juzgo precipitadamente y de forma muy simple, no juzgues por favor lo que tú crees que yo no puedo entender o aceptar, si me quieres sabes que puedes compartir esas cosas conmigo y que también puedes estar conmigo sin necesidad de compartirlas que a mí no me hace falta saberlas, que te quiero y es lo único que me importa.

Recuerda las muchas cosas que te han dado miedo decirme en ocasiones, y que luego cuando las he sabido no ha pasado nada, que todo ha seguido igual y con toda la normalidad, y esto ha sido así por algo simple, porque todo lo que veo en ti me enamora y te quiero.

A mí para desear estar cincuenta años a tu lado, solo me hace falta saber una cosa, algo tan simple como si me quieres y si tus sentimientos hacen que tu deseo sea estar conmigo a pesar de los muchísimos miedos que puedas tener.

No pienses en las cosas que crees que no puedo entender y aceptar, mi sentimientos solo entienden de algo, de lo que veo en ti, de lo que mucho que te quiero, y de las miles cosas bonitas que hay en tu interior.

Sumisita, si me quieres no tengas miedo en darme tu mano, no tengas miedo a coger en este instante el teléfono y llamarme , no tengas miedo a lo que yo pueda pensar, creer o aceptar, te repito de nuevo, que mis sentimientos solo entienden algo, que te quiero, y que me da igual que hayas hecho o estés haciendo para superar tu dolor, que me da igual que tengas altibajos, porque solo me quedo con una cosa que es lo que realmente importa, la felicidad que me produce tenerte a mi lado, el cariño que me das, y tus sentimientos hacia mí.

Muchas veces, me has dicho que no soportas el victimismo, por tanto sumisita, si me quieres no dudes en llamarme, no dejes que el victimismo y los miedos dirijan tu vida. Deja que tu vida la dirija tus sentimientos, que la dirija tus emociones, y comparte conmigo tus miedos si es tu deseo, comparte conmigo una amistad, un sentimiento, un cariño, unas ilusiones.

Sumisita, con el relato prácticamente real en todos los aspectos que te he escrito, he querido decirte, que al igual que podría enamorarme y estar enamorado, de una chica que tiene problemas de esquizofrenia como de unos traumas que siempre la perseguirán, sean cuales sean tus miedos y las cosas que te asusta decirme, que no creas que no las podría entender ni aceptar, créeme mis sentimientos hacia ti van mucho mas allá de lo que imaginas. 

Créeme cuando te digo que los buenos momentos que me haces disfrutar y que me hacen plenamente feliz, compensan sobradamente los momentos difíciles, es que estos son insignificantes al lado de toda la felicidad que me das.

Si hay cosas que te asusta decirme, te repito que no hace falta que me las digas, aunque sean cosas no de un pasado sino de un presente, a mi lo que me importa es si me quieres y no importa para que nuestra amistad y cariño prosiga empezar de cero.

Si me quieres, hazme un favor, no tengas reparo en este momento de coger el teléfono y llamarme, si me quieres y no me llamas por creer que me haces un bien, entonces te equivocas de todas todas, si me quieres no tengas miedo en acercarte a mi. Sumisita, esas cosas que piensas que no entenderé o aceptare, sean de un pasado o de un presente, las puedo entender si me las cuentas, y si es tu deseo empezar de cero, empecemos de cero, te repito que a mi solo me hace falta saber una cosa, que me quieres, es lo único que valoro y me importa.

No tengas miedo en coger el teléfono y llamarme, no tengas miedo a lo que te grita que hagas tu corazón y todos tus sentimientos, llamame , t’estimo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Castigos para el sabado.

Sumisita,

Un castigo para esta mañana, bueno no, uno no varios. El primero enviarme muchos mensajes que ya sabes que me encantan. El segundo castigo mirar una cosa que tenemos pendiente en Asturias y tenerme informado. Tercer castigo, llamar a alguna de las tres señoritas, la que quieras tu, o a todas y decirles de ir a un sexshop, a ver que te dicen y si vais a ver que comprais. Cuarto castigo, llevar escrito en uno de tus pechos todo el dia, "Ets meu".

Muak

T'estimo

Confesión muy especial

Sumisita,

Ya han pasado dos años desde que nos conocimos, y como te he dicho más de una vez, han sido dos años para mi preciosos y llenos de magia. Podria hablar mucho más de lo que han supuesto estos dos años para mi, pero no lo haré, porque simplemente prefiero hablarte de mis deseos de futuro, y estos asi mismo son simples, muy simples, mi deseo es compartir mi vida los proximos 50 años con mi sumisita.

Para mi la palabra compartir tiene muchisimo significado, te he hablado muchisimo de lo que significa para mi esta palabra, yo no deseo tan solo vivir contigo, deseo y necesito que compartamos nuestras vidas. La felicidad que siento en mi interior no esta tan solo cuando hablamos de cosas divertidas o hacemos el amor, toda esta felicidad que siento, que te aseguro que es infinita, radica en sentirte cerca de mi, sentir tus sentimientos y que sientas los mios. A mi lo que me hace feliz es sentirte cerca, y sabes sobradamente que cuando digo sentirte cerca no me refiero fisicamente, sino que me refiero es sentir cerca de mi, tus emociones, tus sentimientos, tus ilusiones, tus miedos, tus alegrias, tus preocupaciones. El sentirte cerca y el sentirme feliz esta en que me abras las puertas de tu interior, de que me hagas participe de todo lo que hay dentro de ti, sean ilusiones o sean miedos, pero que me hagas participe porque con ello me demuestras tu confianza hacia  mi y el demostrar confianza es la forma mas bonita de decir que me quieres.

No me gustaria tener una vida en común en que solo me contaras tus alegrias y tus ilusiones, y no me contaras tus preocupaciones. Si me ocultaras tus preocupaciones seria negarme una parte de ti, seria no compartir todos tus sentimientos y emociones, seria negarme una parte de ti, y como te he dicho siempre lo quiero todo de ti y que tengas todo de mi. Eres mi todo.

Que quiero decirte con todo esto, de hecho más que decirte lo que deseo es pedirte una cosa, que cojas mi mano, que la cojas muy fuerte y sin miedo, que la cojas con ilusión, y que tengamos un presente y un futuro en común, sumisita mi deseo es seguir mi vida junto a ti, mi deseo es que compartamos todo lo que tenemos en nuestro interior, mi deseo es que seas mi futuro. Sumisita, lo que quiero pedirte es que cojas mi mano con fuerza  y sin miedo, y que compartamos nuestras vidas.

Eres mi todo, mi ilusión y necesito compartir mi vida contigo, con mi sumisita.

T’estimo 

 

VIVA EL CHOCOLATE

VIVA EL CHOCOLATE

Voy a marcharme ya, pero no sin antes, hacerte una confesión. Sé que te gustan mucho los dulces y después de ver esta foto, me han entrado unas ganas tremendas de llenarme todo el cuerpo de lacasitos y ver como te los comes, ya sabes que últimamente, estoy muy caracol.  Ya me dirás si te gusta la idea, muak.

(Postdata)

(Postdata)

 La historia de la Señorita Bipolar, continuará en breve con una condición: que al señor Caracol, le haya hecho sonreir esta tontería, cuando la descubra.

 ¡ Señor Caracol, espero que le guste, lo he hecho para que tenga una sonrisa de oreja a oreja!, además aquí le dejo una foto que me gustaría que me hiciese, muak.

LA SEÑORITA BIPOLAR

LA SEÑORITA BIPOLAR

 Había una vez, una señorita que tenía un sueño, un viaje, pero no cualquier viaje... un viaje en el Orient Express. No tenía demasiadas posibilidades económicas, así que decidió ganar dinero de alguna manera. La más rápida y productiva que se le ocurrió, fue tener una doble vida; de día continuaría con su trabajo habitual, pero de noche se transformaría, sería "La señorita bipolar", y así lo hizo.

 Conoció a muchos hombres y todos tenían algo en común, como era lógico: recibir placer a cambio de dinero. Al principio le costó un poco adaptarse a la nueva situación, pero poco a poco, se acostumbró, lo tomó como una parte más de su vida y lo asumió, hasta que un día... recibió una llamada de un cliente, en apariencia uno de tantos que había conocido, pero este era diferente, le pedía algo peculiar. Quería placer, pero también quería dárselo a ella, además quería que fuera su sumisita cuando él lo desease, pero a la vez, también quería ser su sumisito, cuando ella gustase. La señorita bipolar aceptó, no sin preguntarse mil veces, porque le ponía esas condiciones, no era algo a lo que estuviese acostumbrada. El cliente era el señor Caracol, más conocido por  "Besuguillo", ella le pidió una cantidad astronómica de dinero por estar a sus servicios, y él aceptó el reto. A la señorita bipolar, le gustó su atrevimiento, así que puso todo su empeño en tratarlo de la mejor manera para que no se le escapara, no podía perder un cliente así, quería que él lo pasara muy bien.

Pasó mucho tiempo con el señor Caracol, estaba muy cómoda con él, sólo trabajaba para él, no quería más clientes, con él era suficiente. Era su sumisita siempre que a él se le antojaba, durante las 24 horas del día, cuando a ella le apetecía, cambiaba de rol, lo pasaban muy bien, la señorita biplar, no se lo decía, pero era feliz, eran complices para hacer realidad las fantasías de él y las de ella.

 Aún hoy siguen juntos, juegan a ser sumisita, sumisito y a aotras muchas cosas, la señorita bipolar le sigue cobrando sus honorarios, pero... guardadme el secreto... es para que irse con él a realizar su sueño: viajar en el Orient Expréss.

Confesión para la señorita sumisita

Postales animadas Shoshan.net 

Sumisita,

En esta postal hay mucho sentimiento, y cuando la veas de seguidas lo entenderas, en ella hay dos cosas que tenemos pendientes de hacer y que me hacen ambas mucha ilusión. Esta noche tengo muchas ganas de decirte una y otra vez, lo importante que eres para mi, las muchas ilusiones que me despiertas, y lo muchisimo que te quiero.

(Haz un click sobre la postal y la veras completa)

Muak

Sumisita, mi confesión de hoy es simplemente la letra de tu canción preferida

Sumisita, mi confesión de hoy es simplemente la letra de tu canción preferida

Confesión para la señorita tomate

Confesión para la señorita tomate

Sumisita,

Llevo toda la tarde riendome con lo que solo era un tomate, pero que fué mil veces. No paro de reirme, pero mira para tentarte de que te vengas a mi habitación, creo que compraré un cesto de tomates y me los pondre al lado de la mesita de noche. Pero tomates de esos ya sabes bien bonitos, de los que te encanta comer. De esos que gritan tu nombre y que no paran de gritar "comeme".

Eso si, como sugerencia cuando vengas a mi habitación a robarme mis tomates, se considerada y se una ladrona como la de la foto esta que he puesto, que te aseguro que seras mi mangui preferida.

Un muak bien grande, donde usted desee.

Muak

Sumisita,

He oido la canción esta tarde como más de diez veces, y a cada vez que la oigo no puedo evitar imaginar el streeptis, y la verdad que me hace muchisima ilusión ver como lo haces para mi. Me encanta imaginarte hacerlo con una sonrisa en tus labios. Estoy deseando que llegue el día que me lo hagas, me encantara. Y ya sabes cierta señorita muy golosa que le gusta subir por el ascensor, tiene que estar tambien.

Muak

T'estimo

Confesion para la señorita sumisita

Confesion para la señorita sumisita

El Señor Caracol y la señorita

El Señor Caracol y la señorita

Erase una vez en un pueblecito de Valencia, una abuelita que paseaba cada atardecer con su perrita Sena, por un parque lleno de niños. Muy simpática era la abuelita con los niños porque estos les encantaba jugar con Sena y darle golosinas de comer.

La abuelita muy mayor era, y siempre una sonrisa en sus labios había. La perrita Sena era muy trasto y muy algazana , le gustaba tan poco caminar que hasta para subir a su casa el ascensor esperaba.

Pero un día en que una tormenta sin aviso llego, sorprendió a la anciana y los niños en el parque, refugiándose todos en una pequeñita cabaña que rebosaba mucho encanto.

Los niños aburridos de tanto llover y no poder salir, a la abuelita le pidieron que un cuento les contara, y está muy amablemente accedió a contarles el cuento del Señor y la señorita Caracol.

-. Abuelita, abuelita, cuéntanos el cuento del Señor y la señorita Caracol, que nunca de el habíamos oído hablar.

Y la abuelita empezó a contar la historia de un Caracol que muchos años atrás había vivido en un bosque.

Niños, hace muchos años había un Señor Caracol, que siempre estaba triste, muchos disgustos había tenido y no quería sufrir más, no había tenido novias ni caracolas enamoradas de él y bien triste que estaba. Y cansado de esperar a que apareciera su princesa caracol que por el dolor que sentía decidió encerrarse en su cascaron y de allí no salir.

-. Abuelita, abuelita, pero si las caracolas no querían ser su novia, es que muy feo seria el Señor Caracol, ¿verdad?

Solo un poquito, nada más que un poquito, pero no era por eso que novias no había tenido, el siempre fue un caracol lleno de sueños, y siempre soñó desde bien niño, que en su vida solo podía haber una princesita caracol, una princesita caracol que lo llenara de vida, y de ilusiones, y con quien tener muchos caracolitos pequeñitos y para así siempre vivir felices.

Siempre soñó en que apareciera en su vida la princesita caracol, a quien poder mimar, y poderle dar todo su amor. Muchos decían del Señor Caracol que un bobainas era, que esos sueños que tenía nunca se hacían realidad, pero estaban equivocados, porque un buen día, cuando el menos lo esperaba y mas encerrado estaba en su cascaron….

-. Abuelita, abuelita, ¿Qué paso?, cuéntanos que paso abuelita.

Pues que una tarde cuando menos lo esperaba a una señorita caracol conoció. El Señor Caracol desde el primer instante vio en ella algo diferente, tuvo una extraña sensación, se sentía a gusto y estaba sonriendo después de mucho tiempo.  Por fin volvía a sonreír.

El señor Caracol, esa primera tarde a más escuchaba a la señorita Caracol, más recuperaba su sonrisa. Ella no era consciente de ello, pero es que la señorita Caracol, esa tarde trajo de nuevo la ilusión al Señor Caracol.

 

-. Abuelita, abuelita, pero cuéntanos más rápido que paso, que estamos impacientes por saber.

A partir de aquel día del que ya han pasado muchísimos años, el Señor y la señorita caracol, cada tarde y cada noche se encontraban para hablar. Los dos esperaban que llegara el momento de encontrarse, para contarse sus cosas. Se contaban como les había ido el día, se contaban sus ilusiones y sus miedos y muchísimas otras cosas.

Los dos eran pero que muy y muy felices hablando cada día. El Señor Caracol volvía a ser feliz, muy feliz, ya no deseaba estar encerrado en su cascaron, solo deseaba estar con su señorita caracol.

Los dos crearan un mundo de cuento de hadas, un mundo en que el señor Caracol se sentía como Peter Pan en el País del Nunca Jamás, todo era felicidad.

-. Abuelita, abuelita, ¿a que el Señor Caracol, se enamoró locamente de la señorita caracol?, ¿a que si?

Niños,  ha dejado casi de llover, ¿qué os parece si os sigo contando el cuento otro día?

-. De eso ni hablar abuelita, que queremos saber si el Señor Caracol estaba enamorado de la señorita caracol, cuétanos ya¡

La verdad que yo cuando era jovencita, llegue a conocer al Señor Caracol, y más de un día me confesó que estaba muy muy enamorado de la señorita Caracol. Me dijo que su única ilusión era disfrutar del amor que sentía hacia ella, que su deseo era vivir 50 años al lado de la señorita caracol. Que solo deseaba estar por ella, vivir para ella, que ella fuera su mundo.

Niños, os contaré otro secreto sobre el Señor Caracol que aún nadie sabe. Estaba pero tan enamorado de la señorita Caracol, que solo verla o oírla se ponía muy baboso. Desprendía babas por todos los sitios, iba andando y dejaba tras él una estela de baba pero que muy muy grande.

 -. Abuelita, abuelita ¿y la señorita caracol estaba enamorado del Señor Caracol?

Claro que estaba y muchísimo. La señorita Caracol quería al Señor Caracol también con locura, lo quería muchísimo. Para ella su ilusión era verlo cada día y triste estaba el día que no lo veía para así poder hablar horas y horas.

A la señorita Caracol le gustaba muchísimo hablar con el Señor Caracol, se pasaba horas contándole miles de cosas, se pasaba horas sin dejar de hablar. Es que sabéis, la señorita Caracol era muy parlanchina, como decís vosotros en el colegio “tenia muchísimo rollo”. Pero al Señor Caracol le encantaba que fuera así, le encantaba poderla escuchar durante horas y horas.

Tenía tanto cariño el señor Caracol hacia la señorita caracol, que el resto de animalitos del bosque, en el veían su carita de enamorado.

 

-. Abuelita, abuelita, pero si los dos se querían, seguro que se casaron rápido y vivieron muy felices.

Niños, hay una cosa que nos he dicho. El señor Caracol y la señorita Caracol tuvieron que pasar por muchas dificultades, superar muchísimos obstáculos. Como os he dicho ellos vivían en un mismo bosque, pero en diferentes arboles.  Los dos cada noche se posaban sobre una hoja de sus respectivos arboles y desde allí hablaban, estaban muy cercanos pero no estaban uno al ladro del otro.

-. Abuelita, pero seguro que el Señor Caracol bajo de su árbol para ir al árbol de la señorita Caracol y así poder estar a su lado. ¿A que si?

El señor Caracol efectivamente quería bajar de su árbol para ir al árbol de la señorita Caracol y así poder estar con ella, el vivía ya solo para estar por ella. No tenía ninguna otra ilusión que no fuera estar con ella.  Pero la señorita Caracol tenía muchísimos miedos, y no quería ni ella ir al otro árbol ni que el señor caracol fuera al suyo.

La señorita caracol tenía miedo a estar enamorada, tenía miedo a sufrir y hacer sufrir, tenía miedo a que las cosas no saliesen bien y se veía incapaz de estar los dos en la misma hoja.  Muchos enfados hubo entre elles por este motivo, pero muchísimos y de muy grandes, pero como se querían muchísimos los dos, los enfados siempre desaparecían y amigos volvían a ser.

El señor Caracol al principio se enfadaba mucho, pero finalmente comprendió algo que era muy importante, que enfadarse no servía de nada, no conducía a ningún lado y  que la solución era demostrar día a día a la señorita Caracol que la quería con locura. 

El señor Caracol comprendió que la señorita Caracol sufría muchísimo por culpa de sus miedos, y que la solución no era enfadarse con ella ni reñirla, sino que simplemente era estar por ella, demostrarle su cariño, ponerle en sus manos todo el cariño que sentía hacia ella y ayudarla a vencer sus miedos.

Si el señor Caracol siempre había estado enamorado de la señorita Caracol, ahora aún lo estaba más, porque al ver los miedos que tenia ella, le hacía comprender que aun por dentro era ella aun más bella de lo que había imaginado.

-. Abuelita, esta perrita tuya, la Sena nos parece que es algo cochina, que hace peste y mueve la colita.

Sena cochina, ¿qué has hecho tu?. Decirle cochina más que cochina y que si lo vuelve hacer no le daréis  golosinas.

-. Sena cochina más que cochina que si peos te tiras no te daremos mas golosinas ¡¡

-. Abuelita, abuelita, que no entendemos los miedos de la señorita Caracol, ¿si se querían porque tener miedo?

Y con una voz muy suave y bonita, la abuelita les conto a los niño…

Ay niños, la vida a veces es muy complicada y difícil de entender, ahora sois muy jovencitos para entenderlos, pero en unos años hacerme caso que vais a saber de qué os estoy hablando ahora.  Pero os contare que pensaba el señor Caracol de los miedos de la señorita Caracol, que fueran por el motivo que fueran, lo que realmente importaba era el presente y el futuro, el estar juntos, porque  lo único que realmente importa es el amor, con el amor se vence todo.

No os lo he dicho, pero el señor Caracol, era muy muy muy pero que muy obstinado, más terco que una mula, y es por ello, convencido del amor que sentían ambos uno por el otro, una cosa tenía muy clara, que nunca renunciara a la señorita Caracol y que siempre estaría a su lado, que haría todo para que ante todo su amiga fuera cual fuera el destino, mirase al presente y al futuro sin ningún miedo.

El señor Caracol en el interior de la señorita Caracol veía un tesoro lleno de oro con mucho brillo, y no estaba dispuesto a permitir que los miedos apagaran ese brillo interior que desprendía la señorita Caracol y que tanto le enamoraba.

.- Abuelita, ¿Qué pasa cuando los miedos no quieren marcharse?

El señor Caracol por propia experiencia sabía que si los miedos no se vencen, lo que hacen es bloquear la vida de un ser, no dejarla disfrutar del presente tal como le gustaría y tampoco mirar al futuro.  Pero hay algo aun peor que hacen los miedos, algo muchísimo peor, y es que a veces provocan que una persona se deje de querer así misma, que las personas pierdan su autoestima y que no se vean capaces de mostrar todo lo bonito que hay en ellas y que sean incapaces de afrontar el presente y el futuro.  

Y el señor Caracol no quería que le pasara esto a la señorita Caracol, y no quería que le pudiera pasar esto porque se había convertido no solo en su mejor amigo, sino en su gran amor.

Niños, ¿sabéis que hizo el señor Caracol?

Sin enfado alguno pero si con mucha fuerza interior gritar a la señorita Caracol, me vas a dejar de dar calabazas, que no quiero ser nunca más el mayor calabacero que haya habido en la tierra, y me vas a dejar de dar calabazas, porque me quieres y te quiero.

Es que niños, no os lo había contado, la señorita Caracol, le había dado al señor Caracol como 60 calabazas, tenía tantas calabazas que pronto  de seguir así se haría vendedor de calabazas para Halloween.

-. Abuelita, abuelita, ¿y qué dijo la señorita Caracol?

Se quedo muy sorprendida, pero cuando iba a hablar, el señor Caracol le dijo, no quiero oírte protestar y no quiero que me digas nada desde hoy haremos las cosas de mi manera. Y para empezar una vez a la semana bajare de mi árbol y me iré al tuyo, no subiré en el pero sí que te esperare a que bajes para venir a pasear conmigo.

Pero la señorita caracol que era muy protestona, quería decir la suya, pero muy terco el señor caracol le dijo, “No, no, no y no, no te admito protestas”. Y a continuación le dijo iré cada semana a tu árbol y si aun tienes miedo a bajar de él, cada vez que vaya a las doce de la noche me iré, pero lo hare sin enfado alguno y con la ilusión de volver la próxima semana para ver si tus miedos se han ido.

Y más cosas que le dijo el señor Caracol a la señorita Caracol, también le dijo que la quería con locura y que no iba a permitir que su amor se desvaneciera y cayera en el olvido, y que si amor no tenía que haber, igualmente iría a buscarla a su árbol, porque de su amistad siempre necesitaría.

-. Abuelita, abuelita, ¿y fue el señor Caracol  cada semana al árbol de la señorita Caracol?

Si que fue sí.  Como os he dicho antes, era el caracol más terco del bosque, y como quería tanto a la señorita Caracol, no iba a permitir que esta de ningún modo fuera cual fuera el futuro, viviera con miedos.  No quería que de ningún modo su mejor amiga afrontara el futuro con miedo alguno.

-. Abuelita, que todos los cuentos acaban bien, ¿a que al final la señorita Caracol bajo de su árbol para estar con el señor Caracol?

Uhmmmm pues la verdad niños, que la historia no tuvo un final feliz, siento desilusionarlos pero, muchos miedos tenia la señorita Caracol y no fue capaz…

-. No puede ser, no puede ser abuelita, que los dos se querían, y seguro que el señor Caracol sin poder vivir con la señorita caracol se volvió a su cascaron  y allí se quedaría…, dinos que no fue así abuelita.

Niños, niños dejarme acabar el cuento, que si que la señorita caracol bajo de su árbol, perdió sus miedos  y vivió 50 años de felicidad con el señor caracol, salvo en una cosa que a ella siempre le dio mucha rabia.

El señor Caracol era tan trasto, que siempre le llevaba a casa postres de chocolate, le encantaba ver a la señorita Caracol comiendo chocolate, pero a esta le daba rabia porque su culito se puso muy meloncito.

-. Abuelita, ya sabíamos que el cuento tenía que acabar bien, porque hasta los niños sabemos algo tan evidente como que cuando dos seres se quieren su destino es estar juntos.

Y así acabo este cuento, la abuelita les siguió contando a los niños lo muy felices que fueron el señor y la señorita Caracol, a los muchos sitios que fueron juntos, y como se casaron y tuvieron muchos caracolitos.

para mi sumisita

Confesión de un soñador

Sumisita,

Esta noche me siento muy impotente. Toda la noche que he estado pensando en ti, en las miles de ilusiones que se despiertan en mi interior al pensar en ti, pero al igual por el cansancio que no se expresar lo que quiero transmitir. Llevo como media hora escribiendo y borrando mis propias palabras, pero es que quiero transmitir con muchisima fuerza lo que significas para mi y no se encontrar las palabras adecuadas, o palabras que reflejen la belleza que encuentro en tu forma de ser y en tu persona.

Esta noche en un mensaje te he confesado que ultimamente al pensar en ti,todo y no ser persona musical, me vienen en mente muchas cancaciones y en estos ultimos días en especial una canción de Alex Ubago, se que es una canción al igual muy topica y que muchisimas parejas la han hecho suya, pero mi deseo también es hacerla nuestra, porque en ella hay muchos fragmentos que nos identifica en nuestros miedos, deseos y ilusiones.

Intento escribir y no puedo y es por ello que debajo de estas linias veras que he puesto la canción de Alex Ubago, me encantaria que aunque la hayas escuchado muchas veces, la vuelvas a escuchar y que veas en su letra las cosas que nos identifican, pero al mismo tiempo con esta canción quiero transmitirte lo que he sentido esta pasada noche pero que no se hoy escribir.

Se que al igual es absurdo lo que te dire ahora, pero si esta noche como en toda la proxima semana te tuviera que poner un castigo este seria simplemente, vencer los miedos. Para mi hoy por hoy lo más importante es vencer esos miedos, y que vencerlos nos permita hacer realidad todas nuestras ilusiones, y disfrutar del presente y un futuro de 50 años.  

Te dejo con la canción, en ella se refleja todo lo que he deseado esta noche, vencer los miedos y muchisimo más.

Perdona si esta confesión se hace dificil de leer o entender.

T’estimo

Para mi princesita una confesión

Para mi princesita una confesión

Sumisita,

Nunca hubiera imaginado años atras  estar como ahora, con una sonrisa en mis labios sentado frente un ordenador para escribir confesiones a una princesita que me enamora. Esta sonrisa a la que hago referencia, si la pudieras ver en este instante, verias reflejada en ella, ilusión, cariño y amor, que es esencialmente lo que me aporta el tenerte.

Me encanta estar aqui escribiendote, contandote mis pensamientos, desnudandote mi interior, compartiendo lo más intimo de mi contigo. Hace unas semanas, en un mail me dijiste que estoy equivocado en verte como a la princesita que siempre he deseado, que no lo eres, que estoy equivocado en pensar que eres la princesita que siempre he deseado. Cuando lei tu mail, pensé en lo muy equivocada que estabas, porque si de algo estoy seguro es que eres mi princesita, ya que todo lo que hay en ti me hace sonreir, incluso por dificil que parezca tus enfados también.

Cuando hablamos y me cuentas cosas simples que te han pasado, simples anecdotas, no te das cuenta de ello, pero me vienen unas ganas de abrazarte con la misma fuerza, que abrazaria un padre o una madre a un niño pequeño para demostrarle su afecto y cariño. Ayer mismo cuando me contabas del parlamento de cierta señorita en una boda y de como posteriormente en broma te burlabas de ella y la provocabas, me hacias sonreir muchisimo, mucho mas de lo que piensas, y que ganas me venian de abrazarte, simplemente por ser mi princesita bicho.  Me encanta cuando eres asi de traviesa, me hace muchisima gracia y que ganas me vienen de poder abrazar a mi bicho, a mi princesita, a mi sumisita.

No dejo de pensar en como te reias ayer cuando me contabas la anecdota, y no sabes la gracia que me hacia al oirte y ver que te venia la risa solo de contarme lo trasto que habias sido con cierta señorita. Me encanta que compartas conmigo cosas tan simples, pero que al mismo tiempo de llenan tanto de vida.

Cuando me cuentas anecdotas como las que me contaste ayer, tanto de la boda como del sitio donde fuiste por la noche, me hace reafirmarme en mi creencia en que en ti hay, la princesita que siempre he deseado tener.

Estoy pensando en un mensaje que me enviaste, el 21 de mayo. Un mensaje que al leerlo me hizo sonreir y pensar solo leerlo "es que es mi princesita". Se que ahora estaras pensativa y que al igual, estaras acariciandote con tus dedos la barbilla, pensando a que mensaje hago referencia. ¿Muy pensativa?

Seré malo y tardaré unos segundos en decirtelo, unos segundos que aprovechare para decirte algo que me encanta poderte decir, que t'estimo.

El mensaje al que hago referencia era uno en que me preguntabas por mi día y a continuación, me decias que te perdonara que se te hacia raro no mandarme mensajes.  Este mensaje para mi, es de los que considero más especiales de los más de 2500 mensajes que nos hemos mandado. Al leerlo, sonrei porque en el habia algo mas escrito de lo que se podia leer a simplemente vista, en el me decias que me quieres y que tu deseo era estar conmigo, y sonrei, y sonrei muchisimo, simplemente porque yo tambien te quiero y deseo estar contigo, mi princesita, mi trasto, mi sumisita.

Uhmmm pero sumisita, ahora que pienso, ¿no tenias unos deberes pendientes desde hace semanas?, ¿que era escribir una confesión en nuestra pagina en que contaras, porque me das tantas calabazas?.

Sumisita, ponte a escribir ahora mismo el porque de tus calabazas, que te tengo demasiado mimada, y antes de ponerte a escribir enviame un mensaje al móvil con un besito enorme y con una confesión referente a algun deseo indecente que hayas tenido esta tarde.

Muak

 

 

 

 

Sumisita,

Aún tienes por cumplir el último castigo que escribi en nuestra página, es por ello que te pondre otro algo más malvado. Lo primero antes de seguir leyendo este castigo, desnudate. ¿Ya estas desnuda?, bien entonces sigo escribiendote el castigo, ve a buscar unas botas negras y pontelas, cuando esten puestas sigue leyendo este castigo. Se que te esta sorprendiendo la redacción de esta castigo, supongo que piensas que es más autoritario, y es así, lo es. Ve al sofa y tumbate en el, y hazte una foto con las botas, ya sabes, una foto provocativa. Cuando la tengas vuelve.

Seguramente estaras pensando que de momento no es un castigo tan malvado y perveso este, pero no te precipites que lo sera. ¿Intrigada?,no disimules que se que si, que estas muy intrigada. Ahora te voy a pedir, una cita para este fin de semana, porque deseo que me acompañes a ver a alguién de quien tu me hablaste, a tu humorista preferido, que actua en Barcelona durante unos días. Si me das calabazas y me dices que no, con cualquier excusa o pretexto, tu castigo sera enviar la foto que has hecho no a mi, sino a otra persona, estoy pensando entre el señor ese que ya sabes o esa otra señora que tambien ya sabes.

Ahora dime, ¿me daras calabazas?, si me las das, damelas escritas por aqui, pero cumpliendo tu castigo anterior, escribiendo en esta nuestra página los motivos que te lleva a darme calabazas.

Se que estas sorprendida, que estaras pensando, "pero que idiota que es","le daba dos collejas que se iba a enterar el capullo este", pero todo y ahora desearme dar dos galletas, se que me quieres, y no soy presuntuoso, sino realista.

T'estimo

Muak 

Sumisita,

Hacia tiempo que no usaba nuestra página para ponerte un castigo, a más hacia días que no te ponia uno. A ver, a ver dejame pensar, te pondre dos castigos. El primero de ellos sera, que escribas aqui en nuestra página el porque me das calabazas. Pero explicado con mucho detalle. Y el segundo castigo, será que me escribas otra confesión en un papelito pequeñito, una confesión con un deseo hacia mi, da igual que sea sexual o no, que sea un deseo muy intimo, y que guardes el papelito durante todo el día en tu sujetador, y que al llegar a casa por la noche lo guardes junto un anillo de papel que tienes guardado. El día que vayamos a cenar, tendras que recuperar ese papel de nuevo del interior de tu sujetador, y darmelo por debajo de la mesa.  Y antes de que salgamos del restaurante, me las tendre que yo ingeniar para hacer ese deseo tuyo realidad.

Se que ha sido este ultimo un castigo es diferente y atipico, pero me atrae la idea de leer una confesión tuya  escrita hoy , el día que vayamos a cenar.

Muak