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Confesión diferente

Confesión diferente

Sumisita,

Muchas veces, mejor dicho reiteradamente me dices que me debería buscar a otra que me pudiera hacer más feliz, y que tú no eres lo mejor para mi, y  como te digo siempre y te seguiré diciendo que estas equivocada, que lo mejor que me ha pasada en mi vida a parte de mi familia eres tú, mi princesa sumisita.

Sé que eres un desastre de mujer, que te olvidas de hacer tus castigos, que eres protestona, que eres rabietas y que tus enfados son peores que los de la niña del exorcista.

Y se que estos no son tus únicos defectos y que hay muchos más, que a veces eres caprichosa e impaciente y que no te puedes esperar a abrir tus regalos de Reyes. También se entre tus muchos defectos esta el que a veces eres inestable, y incluso en alguna ocasión algo egoísta, que te encierras en ti misma y te olvidas que los demás existen y que también sufren.

Pero espera a ver, que aún hay más defectos, así un defecto que yo no he vivido pero sé que existe, que eres lanzadora de platos cuando te enfadas, y que la cabeza te gira 360 grados antes que los ojos de salgan de orbita.  Ya puestos déjame seguir con tus centenares, que digo múltiples defectos, eres demasiado presumida y te cuesta más enviar una foto tuya, que a Zapatero solucionar la crisis.  

Y otro defecto que no me acordaba, eres una rojilla, que si Francisco levantara cabeza, a mi me a fusilan solo por el hecho de quererte tanto. Eres tan rojilla que el mismo demonio se enamoraría de ti, que te sale el color rojo por las orejitas y cuando estas enfadada tus mofletes se parecen a esa camiseta roja de esa selección de futbol que a mí no me representa ni nada me dice.

Pero déjame seguir con tus miles de defectos, que ahora ya estoy lanzado, eres una comedora de carchofas, y yo las odio las carchofas, aunque desde pequeño no me haya comido ninguna las odio, a más te gustan las verduras, y para mi esas cosas verdes solo deberían ser para las cabras que viven en el campo.

Más y más defectos, eres catalana y no gastas en teléfono lo suficiente, que a mí me gustaría que me llamaras a todas horas, aunque sean las dos, tres, cuatro, cinco de la mañana, ya que oír tu  voz loco me vuelve. Pero como eres tontainas me dices una y otra vez, es que me daba cosa despertarte o molestarte, y yo te digo:

-. Entérate ya pedazo de bobainas que hablar contigo es mi felicidad.

Sigo y sigo con mi lista de defectos, que aun no he acabado, no eres tan morbosilla como quisiera yo, que me encantaría que me despertaras de madrugada, no solo para contarme tus preocupaciones o tus ilusiones, sino también cuando tus hormonas están alteradas y tienen ganas de cochinadas, pero como eres demasiado prudente no dejas de decirme:

-. Kuki que no quería molestarte, que me sabia mal despertarte.

Bobainas y más bobainas eres, porque me privas de mi primera ilusión, siempre tenerme cerca de ti. Que no se me olvidaba otro de tus principales defectos, que eres calabazona, no me refiero a tener el culito como un pandero, sino al hecho de darme semana si y semana también calabazas, ya sabes, esas calabazas que hablan y dicen:

-. No, esta semana no, muak.

¿Y porque son las calabazas?, a otro defecto tuyo que es el tener miedo de ser feliz y aceptar que me haces muy feliz. Este defecto el de ser miedosa, es el único el cual quiero combatir, porque todos tus otros defectos, cada uno de esos mil defectos que he nombrado, me enamoran de ti. No me gustaría que renunciaras a ninguno de esos muchos defectos, solamente al defecto de tener miedos.

Y quiero que renuncies a ese defecto porque eres mi princesa y no es solo que te quiera tener a mi lado, sino que te necesito a mi lado, porque usted señorita, es mi ilusión, mi felicidad, y la persona que da sentido a mi vida.

Y para hacerte sonreír señorita mil defectos, fíjate en la foto que hay junto esta confesión, sé que al verla te acordaras de nuestro primer encuentro y de muchas cosas que tenemos pendientes, una vez ese defecto del miedo haya quedado atrás.

T’estimo

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